SALUD BUCAL
¿Qué es?
Se puede definir como toda aquella alteración de cualquier órgano o tejido, blando o duro, dentro de la cavidad bucal (labios, carrillos, piso de boca, lengua, encía, paladar, istmo de las fauces y dientes) o en su periferia (zona perilabial, músculos de la masticación, hueso hioides, articulación temporomandibular, cara y cuello) que limite la actividad, mermando la nutrición, comunicación, expresión, molestias o dolor que deterioren la calidad de vida.
Se ha confirmado que existe una relación estrecha entre la salud bucal y la salud general, en donde las dificultades para masticar y deglutir conllevan con frecuencia a la hospitalización. La salud bucodental es un indicador clave de la salud, el bienestar y la calidad de vida en general.
Estadísticas
Se estima que las enfermedades bucodentales afectan a casi 3500 millones de personas.
Según el estudio sobre la carga mundial de morbilidad 2017, la caries dental sin tratar en dientes permanentes es el trastorno de salud más frecuente.
En México, la población de adultos mayores de 60 y más años de edad es de 10,055,379, lo que corresponde a 9.6% de la población total del país.1 A pesar de los avances de la ciencia y la tecnología, los ancianos siguen corriendo un alto riesgo de sufrir enfermedades bucodentales, entre ellas la caries y la enfermedad periodontal; la frecuencia de estos trastornos es alta y tanto la sociedad en general como los ancianos siguen aceptando que el deterioro bucal es normal e inevitable en la vejez.
1. Caries dentales no tratadas.
Casi todos los adultos mayores de 65 años han tenido caries.
Las personas mayores son un grupo activo de presencia de caries, que experimentan esta enfermedad a un ritmo parecido al de los adolescentes.
Por ello, es importante que los adultos mayores también tengan un seguimiento intensivo y de esfuerzos preventivos tanto en la clínica como en el domicilio, y aunque no existe una fórmula mágica fácilmente identificable para prevenir la caries en ese grupo de edad, el uso de intervenciones preventivas como la aplicación de flúor pueden ser suficientes.
2. Enfermedad de las encías.
Un alto porcentaje de adultos mayores tiene enfermedad de las encías o enfermedad periodontal, causada por las bacterias en la placa, que irritan las encías, provocando inflamación y rojez, y haciéndolas más propensas al sangrado.
Una de las razones por las que la enfermedad de las encías está tan extendida entre los adultos mayores es que a menudo es una afección indolora hasta la etapa avanzada.
Si no se trata, las encías pueden comenzar a separarse los dientes del hueso y formando bolsas periodontales donde se pueden acumular partículas de comida y más placa.
La enfermedad de las encías avanzada puede destruir los huesos, las encías y los ligamentos que sostienen los dientes, provocando su pérdida.
3. Pérdida de dientes.
Casi 1 de cada 5 de los adultos de 65 años o más ha perdido todos sus dientes. La pérdida de dientes o el uso de dentaduras postizas pueden afectar la nutrición. Normalmente estas personas cambian sus hábitos alimenticios a menudo prefieren alimentos fáciles de masticar en lugar de alimentos más duros como frutas y verduras frescas.
Es importante prestar mucha atención si se observa que los adultos mayores empiezan a presentar dificultades para comer o no comen tanto como de costumbre, ya que los problemas con las dentaduras postizas podrían ser la causa.
4. Cáncer bucal.
Los cánceres de boca se diagnostican principalmente en adultos mayores; la mediana de edad en el momento del diagnóstico es de 62 años.
Las visitas regulares al dentista son importantes porque, en las primeras etapas, el cáncer oral generalmente no causa dolor y la detección temprana salva vidas.
Algunos de los síntomas de posible cáncer oral incluyen llagas abiertas, parches blancos o rojizos y cambios en los labios, la lengua y el revestimiento de la boca que duran más de dos semanas.
5. Enfermedades crónicas.
A medida que se envejece, aumenta el riesgo de aparición de caries. Una causa común es la boca seca, la cual es un efecto secundario de muchos medicamentos>, incluidos aquellos para:
- Alergias o asma
- Presión arterial alta
- Colesterol alto
- Dolor
- Ansiedad o depresión
- Enfermedades de Parkinson y Alzheimer.
El escaso conocimiento sobre los factores de riesgo se observa en más de la mitad de la población. Estudios realizados revelaron una elevada presencia de factores de riesgo en la población senil y se evidenció en su estudio un pobre trabajo educativo por parte del equipo de salud.
El bajo conocimiento sobre el efecto perjudicial del tabaco y alcohol expresa que la población está expuesta a la práctica de esta adición, sin percatarse de las consecuencias perjudiciales para su salud. El tabaco es considerado el factor etiológico local más importante en la instalación de las principales lesiones premalignas, cáncer oral y las periodontopatías.
Investigaciones realizadas plantean que el alcoholismo, unido al tabaco, constituyen factores de riesgo de enfermedades periodontales y cáncer bucal. Actualmente, se considera que tiene mucho mayor riesgo respecto al cáncer bucal, el aumento del consumo de alcohol que el de cigarrillos.
Predomina en esta investigación el desconocimiento de una adecuada higiene bucal para mantener la salud. Otras investigaciones coinciden con nuestros resultados, al destacar la mala higiene bucal como un factor de riesgo fundamental en la aparición de la caries dental y la enfermad periodotal. Los escasos conocimientos respecto a la higiene bucal como medio eficaz para prevenir la aparición de las enfermedades bucodentales constituyen un problema que atañe a gran parte de la población.
En investigaciones realizadas, se ha demostrado que la mayoría de los adultos mayores acostumbraba a ingerir alimentos ricos en azúcares y comidas calientes y picantes, y desconocían que esto constituye un factor de riesgo para la aparición de lesiones en la mucosa bucal y la caries dental.
El uso de prótesis, sobre todo, cuando no se tiene buena higiene o cuando esta se encuentra deteriorada o mal ajustada, es un factor también a tener en cuenta; esto coincide con otros estudios sobre el tema.
Los resultados claramente nos muestran que hay una causa más que suficiente para trabajar en la educación y promoción en los Círculos de Abuelos.
Acciones de enfermería en promoción,
educación y prevención
El eje central de la intervención enfermera debe ser la persona receptora del mismo, con un enfoque orientado al fomento del autocuidado, en la medida en que la situación del paciente lo permita. Para ello se precisa una atención personalizada que contemple que cada persona tiene una historia de vida, unos valores, unas creencias y unas motivaciones diferentes, así como también lo serán los recursos de cada persona para afrontar las dificultades que se le presentan.
La meta de la Enfermería debe ser que las personas satisfagan sus necesidades de autocuidado, ayudándolas a desarrollar y ejercer sus capacidades de autocuidado.
La principal labor enfermera frente a la salud bucodental se centra en la promoción y prevención, dando los consejos adecuados para una correcta higiene y hábitos saludables.
Consejos de higiene:
- Chequeo regular. Acude al dentista, al menos, una vez al año, al menos, y desde edades muy tempranas, ya que la caries puede manifestarse a partir de que salga la primera pieza dental.
- Cepillarse tres veces al día. Cepíllate los dientes tres veces al día, después de cada comida. Imprescindiblemente: antes de acostarte y tras levantarte por la mañana.
- Usar dentífrico con flúor. Es recomendable utilizar una pasta dentífrica con flúor para prevenir la aparición de caries.
- Cepíllate con cabeza. El cepillado correcto consiste en realizar movimientos cortos, suaves y elípticos, sin olvidar la línea de las encías, los dientes posteriores (de difícil acceso) y las zonas que rodean las coronas de los dientes y obturaciones (tapaduras). No compartas tu cepillo dental. El intercambio de fluidos corporales que esto promovería, aumenta el riesgo de contraer infecciones para quienes los compartan. Esta es una consideración particularmente importante para las personas con sistemas inmunes comprometidos o con enfermedades infecciosas.
- Reemplaza tu cepillo a menudo. Los expertos recomiendan renovar el cepillo dental cada tres meses para evitar las enfermedades periodontales.
- No olvides el hilo dental. Utiliza a diario hilo dental; el mejor momento para usarlo es por la noche, ya que la ausencia de salivación mientras se duerme favorece la acción de la placa bacteriana.
- Enjuágate. Los colutorios o enjuagues bucales constituyen una ayuda importante a la hora de mantener sana tu boca y evitar patologías e infecciones. Recuerda que estos no sustituyen al cepillado adecuado de tus dientes.
- Haz una dieta sana. Una alimentación variada y equilibrada también contribuye a reforzar el sistema inmune para que pueda defenderse ante cualquier infección en la cavidad bucal. Limita el picoteo entre las comidas.
- Los chicles te ayudan. Si comes fuera de casa y no puedes lavar tus dientes, recurre a los chicles sin azúcar particularmente los que utilizan xilitol como agente edulcorante (tiene cierta acción bactericida). El estimular la secreción salival deja a tus dientes en contacto con el mejor agente anti caries que existe: tu propia saliva.
- No abuses de los blanqueadores. Aunque resultan eficaces para dar luminosidad a las piezas dentales, cuando se utilizan de forma excesiva y continuada pueden llegar a dañar el esmalte.
CONCLUSIONES:
La Enfermería juega un papel fundamental en la prevención y la promoción de la salud bucodental, pudiéndose evitar con una buena intervención enfermera futuras complicaciones.
Si adoptamos desde la infancia hábitos sanos está demostrado que es posible evitar la aparición de las caries y de las enfermedades periodontales.
Norma Oficial Mexicana
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